El post que hoy os traemos es muy especial para nosotras. El blog es el lugar donde nos sentimos más cómodas, pues no solo hablamos de papelería y tendencias, sino que también disfrutamos escribiendo sobre nosotras mismas, de cómo es nuestro proceso de emprendimiento, de cómo trabajamos y, en definitiva, sobre quiénes somos. Hoy os contamos cómo vivimos las chicas Nubere nuestro primer shooting de inspiración: una boda de tarde en un rincón con encanto en Málaga. ¡Menuda ilusión nos hace!
¡Hola! Acabamos de aterrizar en el grandioso mundo de las bodas, hemos creado una marca que se dedica a diseñar papelería para este gran día y estamos saludando a todos los que tienen un hueco en el sector. Creemos que compartir siempre suma más que el individualismo. Por eso esperamos vernos mucho por las redes y, quién sabe, quizás algún día nuestros caminos se unan 🙂
Hace un mes, más o menos, mandamos este mensajito a través de nuestra cuenta de Instagram a Bodas Guadalhorce Club de Golf. Es un mensaje que hemos estado enviado los últimos meses a todos los compañeros porque realmente creemos que la suma de conocimientos y experiencias puede llevarnos a crear grandes proyectos y, en esta ocasión, parecía que habíamos tocado la puerta correcta en el momento ideal. Tras una llamada de Elia, directora de Encuentros de Novias, varios cientos de mensajes en el grupo de Whatsapp de Nubere y un par de vistazos a la agenda dijimos ¡sí, queremos! hacer la papelería para este reportaje.

Era jueves y teníamos la apertura de la web a dos días vista. Además, ese fin de semana nos reuníamos el equipo para trabajar en algo que muy pronto veréis (y lo subrayamos porque realmente será en cuestión de días y esto es solo una pista de lo que está por venir). Así que, aunque no nos sobraba el tiempo para diseñar e imprimir una boda para el martes siguiente, sí que era una oportunidad para conocer a otros compañeros del sector y arrancar el vuelo.



En Nubere trabajamos de manera muy muy personal. Nos reunimos varias veces con las parejas para conocerlos y poder captar esa esencia que luego plasmamos en el papel, con lo que era un reto hacer algo tan “a ciegas” pero ¡nos encantan los retos!
División del trabajo y a darlo todo
Esos días fueron un torbellino de emociones. Seguro que conocéis esa sensación previa a entregar un trabajo importante: por momentos las ideas fluyen, luego caen en picado, remontan el vuelo… Alegría, frustración, incluso confusión son algunos de esos sentimientos y os prometemos que todos caben en un único día. Así, cada situación se convierte en una oportunidad para aprender y ¡ay, si nos queda por aprender…! Al final hicimos nuestro trabajo y nos sentimos orgullosas del resultado, que es lo importante.











Cuando pones alma y corazón en un proyecto, las buenas sensaciones siempre llegan
El día del reportaje fotográfico estábamos nerviosas y volvió a ser otro torbellino. En esta ocasión ya no todo dependía de nosotras, así que intentamos dejarnos llevar durante el tiempo de la sesión. Como llegamos temprano, fuimos conociendo a los compañeros poco a poco. Nos encanta conocer gente nueva y esta es una de las mejores sensaciones que nos llevamos: haberle puesto cara a personas que ya seguíamos en redes, acercarnos también a nuevos rostros y descubrir que tenemos más en común de lo que puede parecer a simple vista.



La tarde fue surgiendo. Ayudamos a montar las mesas y colocamos nuestra papelería bonita, orgullo de mamás. El sol se fue poniendo hasta que las bengalas iluminaron una de las últimas fotografías del día. Hemos de confesar que lo más divertido y rico fue estar cerca de Delfina cuando recogía la mesa dulce y probar aquella delicatessen de mini-donut bañado en chocolate blanco y fresas deshidratadas… ¡De pecado!


¿Quién puede resistirse a semejante maravilla?

Los “días después” siempre son de reflexión, repaso del trabajo hecho y lo vivido. Hemos aprendido de la experiencia, no siempre sale todo como uno espera pero si tenemos algo claro es que la perfección no existe y que precisamente de la falta de ella es de lo que más aprendemos.


Podéis encontrar el trabajo de aquel día en la revista Encuentros de Novia, cuyo reportaje fue posible gracias a la colaboración de:
Celebración – Guadalhorce Club de Golf
Mobiliario – Peggy and Co – Decoración Chill Out
Vehículo – Vintage Granada
Decoración floral – Labotánica Creación Vegetal
Vestido – Brides Secret
Lencería – Haití
Tocado – Logana Tocados
Maquillaje – Yessica Sola
Mesa dulce – Fruristería
Fotógrafos – Jorge Márquez – Pepe Luque Fotógrafo
Video – José Carlos Cueto
Papelería – Nubere
Antes de ponerme serio, me gustaría dar la enhorabuena a este maravilloso grupo por ese maravilloso trabajo para esa maravillosa boda. ¡Buen trabajo!
Y, dicho esto, lanzo el siguiente aviso a navegantes: no se recomienda bajo concepto alguno la lectura de esta entrada en horario cercano al almuerzo o desayuno. En caso de no atender a mi sugerencia, del rugido que emitirá su estómago al visualizar las fotografías del banquete dulce, es posible que todos los focos de atención del país se centren sobre la zona en la usted se encuentre. Se lo digo yo, que aquí estoy atendiendo a mi vecino del cuarto por un ataque de ansiedad al creer que la estructura de nuestro edificio vecinal estaba colapsando por el peso que ha ganado en el último verano. Al escucharlo bajar las escaleras a grito pelado, le he podido interceptar para explicarle que no era la estructura del edificio, sino mi estómago, el que estaba a punto de colapsar por hambre y, tras conocer la razón de mi hambriento rugido, me ha pedido vuestro contacto para un futuro pedido; dice que tras este susto ha sido consciente de la fugacidad de la vida y se está planteando encontrar el amor y casarse para pasar en compañía los posibles pocos años que le queden (lo llaman el dramático en la escalera).
Gracias por tu comentario, Persona con hambre. Antes de nada, tenemos que decirte que no eres el único que ha experimentado semejante sensación: nosotras, a medida que escribíamos el post y seleccionábamos las fotos, no pudimos evitar sentir el mismo crujir de estómago que tú experimentaste. Además, contábamos con el recuerdo no solo gráfico, sino olfativo de aquellas delicias… ¡Una experiencia total!
Sin duda, esta mesa dulce resultó una parte indispensable en la historia de amor de los novios: dulces, tiernos e inolvidables. ¡Todos los elementos suman al conjunto de la boda! Por eso nos encanta cuidar los pequeños detalles en nuestro campo: con la papelería de boda se da forma a los pensamientos, sentimientos y valores para que todo el mundo disfrute de la historia de amor.
De nuevo, ¡gracias por tu visita, lectura y comentario!